Tener una marca sólida y memorable depende del proceso y relación estrecha entre el diseñador y el cliente. Construir y establecer piezas cohesivas e impactantes requiere de tiempo, investigación de mercado y muchas de las cualidades de un profesional gráfico, con el fin de que el resultado demuestre un producto que no pueda ser hecho por cualquier persona o programa.
La estrategia, el naming y el concepto creado para una marca, es todo lo que queremos transmitir textualmente reflejado en la pieza gráfica, imagotipo o logotipo que trabajemos. Este es el más importante, será lo que el consumidor final va a captar en un primer encuentro, y esta debe distinguirse de un mar de marcas que ya están en el mercado. Además, si esta es legible, atractiva, limpia y si se encuentra alineada con el mensaje de la marca, se venderá sola.
Es importante recalcar que la forma en la que se presenta y visibiliza una marca al mercado puede concluir en dos escenarios completamente opuestos. Si la marca termina siendo otra más del montón, es la razón principal por la que se sugiere seguir la guía de un experto en el tema estratégico y creativo para prevenir un desequilibrio en un pilar fundamental de la marca como lo es el visual.
Dentro del proceso de construcción de una identidad visual siempre tenemos dos caras de la moneda: la del cliente y la del profesional. Y sabemos que para que una moneda tenga valor, las dos caras deben coincidir, lo mismo es con el diseño.
Pasa a menudo que el cliente acude a los profesionales solicitando servicios para comunicar su marca. Sin embargo, muchas veces en la primera entrega al cliente nuestra gráfica regresa acompañada con cambios, que es algo normal. Esto se debe a que muchas veces, hablando del lado del cliente, ven a la propuesta con los ojos de las personas que están detrás de la marca, y dejan de verla con los ojos del análisis de su consumidor que se realiza previamente, y es entendible, ya que ellos buscan reflejarse completamente en su marca.
Si dejamos a un lado a los clientes y comenzamos a hablar de las marcas y sus pilares, ya que como lo hablamos anteriormente, son dos personalidades completamente distintas, podemos decir que los representantes de las marcas deben analizar el concepto y estrategia que está detrás de la pieza visual que reciben. Como profesional gráfico, es importante de alguna forma entrar en la mente del cliente, porque ellos acuden a nosotros por soluciones visuales, así que es importante que para el diseñador prime el valor funcional y legible antes que el estético. Ya que de nada sirve una marca bonita si no es funcional.
Para demostrar estos valores hemos tomado como ejemplo a uno de los clientes que ha confiado en nuestra visión y recomendación completamente.
MINCA, es una marca orgullosa de sus orígenes y persuasiva desde su esencia, que se dedica a la venta de productos artesanales de Ecuador en el exterior. Esta marca nos brindó “tela” para que nuestra creatividad volara por muchas direcciones. Sin embargo, de la mano de una estrategia sólida y un concepto fuerte, encontramos el camino indicado para generar distinción y atractivo en esta hermosa marca. El cliente, como todos, tuvo sus dudas, sin embargo, dejó que sea encaminado por profesionales en la comunicación, como lo somos todos quienes vivimos de esta aventurera profesión. De la mano de la investigaciózzn y amor por la creatividad, buscamos crear una presencia física y digital en la marca, que tan solo con su imagotipo es capaz de hablar sola y realzar todos los determinantes que la hacen única.
Hoy en día MINCA, ya es ganadora de un bronce en el festival FEPI en el año 2021 en la categoría de Diseño de Marca y sabemos que así como sus productos, su mensaje se transmite solo.
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