Tus pensamientos son tuyos y de nadie más. Y vale la pena que lo repitamos una y otra vez porque constantemente somos campeones para hacer todo lo contrario.
Nos dejamos influenciar por el estado de ánimo, por las miradas en la reunión de amigos, por la tv o las redes sociales (es nuestro colmo).
En una sociedad donde vivimos del consumo nos perdemos en una ola de cosas que debemos ser o hacer y no en lo que queremos. Naturalmente existe una influencia cultural y de territorio que nos determina, pero es nuestro deber ser constantemente críticos con nuestras acciones y pensamientos para poder seguir siendo nosotros.
Con nuestras creaciones pasa algo similar, nos comparamos constantemente o nos medimos con la vara de alguien mas, sin contexto.
Crear no tiene formas, así que hay que sentirnos libres de hacerlo a nuestra manera. En el trabajo todo tiene un marco muy diferente pero siempre nos merecemos el tiempo al menos para dejar salir esas ideas que se pueden convertir en grandes creaciones, grandes sensaciones o tal vez grandes resultados.
Así que a darnos un break de vez en cuando para no solo decir que trabajamos siendo creativos sino también sentirlo y gozarlo.
¿Te gustó? ¿Tienes algo más que podrías agregar? Seguiremos escribiendo para ti algunas curiosidades, opiniones y cosas que nos pasan a diario.
Todos somos parte de la avenida de las ideas.